Funerales Extravagantes

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Normalmente cuando pensamos en un funeral, lo primero que se nos viene a la mente es una sala de velación, honrando a un ser querido descansando en un ataúd. Hasta ahí nada nuevo, pero gracias al uso de la tecnología y del constante deseo de innovar y la búsqueda de despedir a nuestros seres queridos de una forma original o especial, actualmente existen alternativas interesantes de cómo decir adiós a un ser querido. Estos son algunos ejemplos:

Enviar las cenizas a la estratósfera

En España, existe una empresa que brinda el servicio de enviar las cenizas (o una parte de ellas) a la estratósfera. Utilizando un globo con helio, similar a los que utilizan para experimentos meteorológicos, las cenizas son transportadas a 35 mil metros de altura donde posteriormente el globo y las cenizas se desintegran, quedando en suspensión. El servicio incluye una cámara que documenta el ascenso del globo hasta una altura donde es posible presenciar la curvatura de la tierra. La cámara incluye un navegador GPS, que permite recuperar la grabación.

Funerales Ecológicos

Representan una alternativa muy interesante para aquellos que están interesados en cuidar el medio ambiente incluso al momento de decir adiós. Una de ellas son los ataúdes hechos de materiales que se desintegran e incorporan fácilmente al entorno (como el bambú, cartón o mimbre) y que se reabsorben el cuerpo, renovando así el ciclo de la vida de forma natural.

También existen las urnas biodegradables, las cuales contienen semillas de árboles y son fabricadas de sales, tierra, arena o cartón. Junto con las cenizas del difunto, se descomponen rápidamente y fertilizan la tierra, permitiendo que nazca un árbol en el lugar donde se depositen las cenizas.

Diamantes a partir de cenizas humanas

Existen empresas instaladas en España, Rusia, Ucrania y Estados Unidos que a través de técnicas de laboratorio, comprimen las cenizas hasta convertirlas en diamantes que van desde 0.3 y hasta 3 quilates. Es posible decidir el color del diamante como azul claro o blanco con destellos azules.

El proceso dura entre 5 y 6 semanas y es gradual. Primero se convierten las cenizas en carbono, para posteriormente transformarlas en grafito. El material se purifica a una temperatura de 1,700 °C. Una vez obtenido el diamante en bruto, éste se pule para crear una hermosa gema de acuerdo a las preferencias del cliente. Luego se monta en un anillo, collar o cualquier alhaja que permita llevar al ser querido con uno mismo.

A través de cualquier forma o estilo el fin siempre es el mismo, honrar a nuestros seres queridos de la forma en que ellos lo desean o nuestras tradiciones nos han enseñado.