La zona de confort

La zona de confort, es la zona metafórica en la que estás cuando te mueves en un entorno que dominas, en ellas las cosas te parecen conocidas y cómodas, sean estas agradables o no.

Por ejemplo, estar en un mismo trabajo, en el mismo puesto por muchos años es estar en tu zona de confort porque es lo que conoces, estar atascado todos los días en el tráfico es estar en tu zona de confort, porque es lo que conoces, que tu jefe que te machaque en la oficina es zona de confort, que disfrutes o pelees con tu pareja es zona de confort por que es lo que conoces.

Tus hábitos, tus rutinas, tus habilidades, tus conocimientos, tus actitudes y comportamientos son parte de tu zona de confort. Cuando vas a un restaurante y pides siempre el mismo platillo, sin intentar probar nada nuevo del menú, estás en tu zona de confort. Así pues, la zona de confort es la zona que conocemos, sea o no sea agradable.

¿Qué es la zona de aprendizaje y dónde se encuentra?

Alrededor de tu zona de confort está tu zona de aprendizaje. Esta es la zona a la que sales para ampliar tu visión del mundo y lo haces cuando aprendes nuevos idiomas, viajas a países desconocidos, vives nuevas sensaciones, enriqueces tus puntos de vista, cambias tus hábitos, conoces nuevas culturas o interactúas con nuevos clientes.

La zona de aprendizaje es la zona donde observar experimentar comparar y aprender. Hay personas a las que esto les apasiona y por eso frecuentan su zona de aprendizaje, en cambio a otras les asusta y para evitarlo se mueven únicamente en su zona de confort. Salir de ella lo consideran un peligro.

Existe una zona más allá de la zona del aprendizaje. Algunos la consideran la zona del pánico o no experiencia. Aquellos que no quieren que la transites, suelen ser los que nunca salen de su zona de confort y es probable que te digan que en esa zona -la zona del pánico- pueden ocurrir cosas gravísimas: “no salgas que va a ser terrible ¿y si te sale mal?” Sin embargo, también podemos preguntarnos ¿y si me sale bien? Lo que para unos es la zona del pánico, otros la conciben como la zona mágica pues es ahí donde se persiguen y se alcanzan los sueños.

Algunos piensan que si salen a la zona mágica van a perder su zona de confort, pero lo que realmente pasa es que amplían su zona de confort, el cambio es en realidad desarrollo, el miedo a lo desconocido es miedo a perder lo que tienes o aún peor a perder lo que eres.

Existen dos conceptos que nos empujan en dirección contraria. Uno es la tensión emocional y otro es la tensión creativa.

¿Qué pasa con la tensión emocional y la tensión creativa?

La tensión emocional te empuja a la zona de confort, mientras que la tensión creativa te empuja a salir de ella. Para avanzar en tu motivación y caminar en dirección a tu tensión creativa, debes salir victorioso a tus miedos, te toca trabajar la tensión emocional y los miedos que provoca salir de la zona de confort, como por ejemplo: el miedo al qué dirán, miedo a fallar, miedo al ridículo y a la vergüenza, deberás reconocerlos y enfrentarlos, pero ¿Cómo puedes hacerlo? Cree en ti, tu eres el protagonista de tu vida, lo que tú no decidas probablemente lo decidirán otros por ti.

Al gestionar correctamente tus miedos crecerá tu autoestima y te ayudará a tener una nueva percepción de la realidad llena de oportunidades, así podrás elegir mejor tu objetivo tener claro tus sueños y tus motivaciones.

¿Cómo podemos mantener la tensión creativa?

Para ayudarte a mantener la tensión creativa es bueno pensar en tu visión personal, es decir ¿para qué quiero alcanzar mis sueños? Es importante pasar a la acción y dejar atrás tu zona de confort, es normal al principio sentirse incompetente o vulnerable, es normal somos humanos.

Lo importante es que estás en dirección a alcanzar tus sueños. Ten paciencia con tu preparación, confía en tu objetivo, prepara bien tu estrategia, sé perseverante y positivo. Y entonces,  antes de lo que te imaginas, tus sueños se volverán realidad ¿te atreves a soñar?