Las claves del amor propio

El amor propio consiste en sentirnos bien con nosotros mismos. No se trata de únicamente vernos o sentirnos bien, implica tener la capacidad de apreciarnos como personas y valorar lo que somos.

Mucho se habla de este tema, pero pocas veces se aborda como fomentar el amor propio y lograr sentirnos en un estado de bienestar que nos de paz y nos ayude a disfrutar nuestra propia vida sin compararnos con los demás.

¿Cómo aumentar el amor propio?

Aprende a conocerte.

Parte fundamental del amor propio es aprender a conocernos. Trabaja en descubrir tus propios gustos y aspiraciones y vive de acuerdo a ello sin importar lo que los demás quieran o esperen de ti. Actúa siempre acorde a lo que te hace sentir bien, sin juzgarte a ti mismo.

Valora tu vida.

Un gran obstáculo del amor propio es poner estándares demasiados altos para nuestra vida. Debes recordar que cada persona es diferente, cada quien lucha con sus propios problemas y las aspiraciones de todos son distintas. Valora tu vida y tu realidad, trabaja en hacer más de lo que te hace feliz a ti, sin presionarte o comparte con otras personas.

Comprométete contigo mismo.

La única persona que te acompañará siempre y en todo momento eres tú mismo. Comprométete con tu bienestar, con tus objetivos y metas. Lucha por convertirte en una mejor persona pero no olvides amarte en cada momento del camino.

No olvides tu cuidado personal.

Si bien el amor propio no se basa en tu apariencia, es importante no olvidar aspectos fundamentales que necesitamos como seres humanos. Tener una buena higiene, alimentarnos saludablemente y realizar actividad física son aspectos que nos ayudarán a sentirnos bien, además de ser fundamentales para nuestra salud.

Celebra tus triunfos y no te centres en tus errores, no olvides que cada día haces lo mejor que puedes para luchar contra las adversidades y sobre todo, recuerda que el amor propio no es egoísmo, es un acto esencial para fomentar nuestro propio equilibro físico y mental.