A lo largo de la vida las personas podemos adquirir deudas o pasivos. Que no desaparecen en automático después de la muerte. Por eso es importante estar informado de su funcionamiento. Así como qué hacer en caso de que un ser querido con una deuda u obligación financiera fallezca antes de liquidarla.

Existe la cultura popular de que cuando una persona fallece, sus deudas desaparecen en automático. Sin embargo, no sucede así en todos los casos. Muchos créditos al momento de adquirirlos contratamos en automático un seguro de vida que nos protege ante estas situaciones. En caso del fallecimiento del titular del crédito, el seguro cubre el saldo restante de la deuda.

 

En el caso de que exista un testamento y el difunto haya designado un albacea, este será la responsable de asegurarse que las deudas pendientes queden pagadas.

Tarjetas de crédito

Ó, tarjetas departamentales, en caso de que exista tarjetas adicionales y están se sigan utilizando después del fallecimiento del titular, el emisor puede hacer responsable solidario a la persona que utilizó la tarjeta adicional después de fallecido el titular.

Créditos

En el caso de créditos en los que exista una garantía hipotecaria y no exista un seguro de vida asociado, el prestamista puede hacer efectiva la garantía. En el caso de los productos financieros donde el préstamo incluye un seguro de vida, es importante que el deudor esté al corriente al momento del fallecimiento, para que puedan hacer válido el seguro.

Hipotecas

Cuando se adquieren de forma mancomunada, en el caso de las instituciones bancarias, las dos personas están cubiertas por el seguro de la hipoteca. El seguro responde siempre y cuando no haya retrasos en el momento del fallecimiento. En el caso del Infonavit, el manejo es diferente. El seguro cubre solo la parte de proporcional al adeudo del cónyuge que falleció.

 

Lee las letras chiquitas

Sin duda es importante leer la letra chiquita de todos los contratos de préstamo que se adquieran. Tener un manejo responsable de las finanzas cuidando mantener las cuentas al corriente. Para en caso de fallecimiento, los seguros de vida puedan cubrir el adeudo pendiente. También es conveniente mantener al tanto a los seres queridos y personas más cercanas de las deudas contraídas. Para que en caso de muerte, estos puedan realizar los trámites correspondientes y evitar sorpresas o pasar malos ratos con cobradores o abogados.

 

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