El testamento es un documento oficial en dónde se define ante notario, la voluntad de una persona para repartir bienes entre sus herederos.

Es una protección para los seres queridos y una manera de asegurar que, aun cuando ya no estemos, se llevará a cabo nuestra voluntad.

¿Por qué es importante el testamento?

Realizar un testamento es muy importante para asegurar que al momento de nuestra partida queden en las manos correctas; proteger no solo lo que con tanto esfuerzo hemos logrado a lo largo de nuestra vida sino también a quienes más queremos. Realizar un testamento asegura que se cumplirá nuestra voluntad y dejaremos definido qué, cómo, cuándo y a quiénes se entregarán dichos bienes.

¿Cuáles son las consecuencias de no dejar un testamento?

Al morir intestado la disposición de los bienes del difunto es incierta y en muchos casos, ante la falta de un testamento, la posesión de sus propiedades o bienes entra en litigio y aquellos que se consideren sujetos a heredar estos bienes o posesiones, tienen derecho de iniciar un juicio sucesorio intestamentario, el cual puede ser costoso, largo y generar problemas e incluso desintegración familiar por la falta de acuerdos o consenso del fin último que deben tener estas posesiones.

Estos juicios pueden durar años y dejar a familias en la bancarrota, desunidas y al final es probable que los bienes terminen en manos de quien, el difunto no hubiera dispuesto en vida.

Es por esto que es muy importante pensar en cuál es nuestro último deseo para el futuro de los bienes que forjamos en vida y dejar esta decisión escrita por medio del testamento. Así garantizamos que se cumpla nuestra última voluntad y dejamos menos problemas a nuestros seres queridos.