Un obituario es un comentario de una noticia de una persona que acaba de fallecer. Un obituario busca dar un recuento de la vida y trascendencia pública de aquella persona que recién ya no está con nosotros. No debe confundirse con una esquela. La esquela es un anuncio pagado por miembros de la familia del finado y publicado en un periódico o en varios, anunciando la muerte del ser querido.

En teoría un obituario debe ser póstumo, es decir una síntesis y reflexión de la vida y legado de aquel que pasó a mejor vida. Sin embargo, es una práctica común, que los periódicos y medios de comunicación de prestigio, preparen anticipadamente obituarios de personajes famosos como políticos, deportistas, empresarios, artistas entre otros, esto con la finalidad de al momento del fallecimiento, tener lista información amplia, detallada y precisa de aquel que se nos adelantó. Así pues, los periódicos pueden tener listo el obituario de alguien que todavía está vivo. Incluso ha habido casos en los que, por equivocación, dolo o broma, se publican obituarios de personas que todavía no han fallecido.

Hay personas que escriben sus propios obituarios. De esta manera buscan asegurar la forma como esperan ser recordados.

Un obituario es una forma de brindar un homenaje y acentuar el legado de aquel que pasó por este mundo, evitando que pase desapercibido el fallecimiento de alguien que quizás en su momento fue un compositor prolífico, filántropo, un político carismático o alguien que de una u otra manera dejó huella en su comunidad, pero que quizás los últimos años de su vida vivió alejado de los reflectores.