Es cierto. De acuerdo a científicos de la Universidad de Navarra se ha podido demostrar que las personas risueñas, viven ¡hasta 4 años más! que las personas que no lo son. Y es que en verdad ocurren un montón de cosas a nivel fisiológico cuando reímos.
Los datos científicos que sustentan esta información son vastos y provienen de fuentes serias y variadas.
Según la Sociedad Española de Neurología, existen 16 tipos diferentes de risas, pero la verdadera, es decir, la no forzada o fingida, es la que más beneficios aporta a la salud y si estás entre amigos, es mucho mejor.
Según estas investigaciones la risa sincera es capaz de estimular el sistema inmune.
¿Qué estudios comprueban esta teoría?
Científicos de las universidades de Aalto en Finlandia y de Oxford en el Reino Unido han demostrado que cuando reímos con otras personas existe una mayor liberación de endorfinas que cuando reímos a solas, viendo una comedia en TV, por ejemplo.
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, cuando ríes se dan pequeñas interrupciones de exhalación del aliento y este proceso activa el sistema cardiovascular.
También Un estudio realizado por dos años por la Universidad de Michigan, ha demostrado que ser optimista –y sonreír– reduce el riesgo de sufrir un ictus, es decir, de que suceda un peligroso infarto cerebral.
En un estudio realizado por la Universidad Jaume I de Castellón, en España, constata que el buen humor mejora la productividad en el lugar de trabajo.
Los beneficios del optimismo ante la vida son variados y a veces inesperados.
Vale la pena ponerle una buena cara a la vida porque nos beneficia, y porque la hace más divertida.
¿Y tú qué opinas?
