El próximo domingo 19 de junio celebraremos el día del Padre en México. Este es un día especial para reconocer todo el esfuerzo y cariño que nos regalan estos hombres tan importantes en nuestras vidas.

¿Desde cuándo se celebra el día del Padre?

Según la historia la primera vez que se celebró el Día del Padre fue en 1910 en Estados Unidos. La festividad comenzó cuando una mujer llamada Sonora Smart-Dodd decidió utilizar el Día de las Madres para manifestar su inconformidad de que los Padres no tuvieran un día de celebración, esto debido a que su padre, después de quedar viudo, crío a sus seis hijos y lo hizo de una excelente manera.

Inicialmente este día se comenzó a celebrar el 19 de Junio, en homenaje al cumpleaños del padre de Sonora Smart-Dodd. Años después se decidió que debía de ser celebrado el tercer domingo de Junio y así se ha mantenido hasta la actualidad en varios países.

¿Desde cuándo se celebra el día del Padre en México?

En México el día del Padre comenzó a celebrarse alrededor de 1950 y poco a poco fue adquiriendo popularidad; hoy en día es la ocasión especial para pasar tiempo en familia y que los padres mexicanos tengan un día especialmente para ellos.

El Día del Padre no se celebra el tercer domingo de junio en todos los países como lo hacemos en México, algunos han modificado la fecha según sus creencias y festividades.

Lo cierto es que tanto mamá como papá merecen un gran festejo por todo el trabajo que ponen día a día en la formación de sus pequeños.

¿Qué pasa cuando perdemos a papá?

Cuando papá muere, se produce una conmoción en nuestro interior, no importa que tan buena o mala haya sido la relación. 

Cuando un padre muere, es uno de los momentos más complejos en la vida de una persona ya que queda un profundo vacío y un sinfín de emociones que no sabemos como canalizar. 

Cuando un padre fallece, perdemos una parte de nuestra identidad. Iniciamos con un proceso de construcción de una nueva identidad adulta. 

Si éramos cercanos a nuestro padre, llegará el momento en el que veamos todo en perspectiva, sus sacrificios, sus esfuerzos y todo lo que nos dio para que fuéramos felices. 

Si la relación con el padre no era buena, las fracturas que había en la relación, comenzarán a quebrarse aún más. 

La pérdida de un padre, es de las pérdidas más fuertes que experimentaremos en nuestras vidas. Pero con el paso del tiempo, el dolor se hará más tolerable hasta llegar el momento en el que pensemos en él y solo nos saque una sonrisa por los recuerdos mágicos vividos junto a él.